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Bastian Bux

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Cuando me haya ido

Cuando me haya ido

Me llegó ésto y lo hice mío

 Cuando ya me haya ido, búscame en el horizonte, búscame en el tenue ocaso 

y me encontrarás con el lucero. 

No te canses, no me olvides, solo... búscame. 

Piensa en aquel arroyo, búscame en el agua fresca siéntela cerca tuyo y sentirás mis labios, 

mis besos cuál fruta tierna y fresca. 

No estés triste, no llores, solo recuerdame.

Recuérdame en la sonrisa de un niño en la inocente brisa que se transforma en vendabal.

Recuérdame en las flores, en la fuente de agua viva, en el vuelo de una ave,

en la luz de un candil encendido.

Cierra los ojos y escucha tu corazón, él te abrirá el cofre de los recuerdos, él,

me traerá de  vuelta a tí, él, te recordará que te quise, te quiero  y te querré.

Cuando me haya ido, no mueras conmigo, vive por mi y por ti, hónrame así.

Nunca olvides que estoy contigo, tomándote de la mano, aunque solo la sientas como

una brisa besándote y acariciándote aunque no lo creas.

Cuando me haya ido, no desesperes, no llores, búscame en tu corazón y allí me

encontrarás solo para ti, eternamente.


Con mucho cariño, Isolda

 

¡Hola, Soy Dios!, y tú, también.

¡Hola, Soy Dios!, y tú, también.

Me lo mandó mi admirado escritor y amigo J.A. Iniesta, que a su vez lo había recibido de "UN CORAZÓN ANÓNIMO". Vibra conmigo, por eso lo pongo.

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¡Hola, Soy Dios!, y tú, también.

Me fui, para crear el anhelo de volver.

Me separé, para ver que estaba unido.

Me olvidé de ti, para recordar que eres parte de mí.

Me dormí, para despertar.

Me perdí, para encontrarte.

Te encontré, para encontrarme.

Me miré al espejo, para verte.

Te miré, para verme.

Te abracé, para reconocerme.

Ahora que sé quién eres, sé lo que soy.

¡Hola, Soy Dios!, y tú, también

hombre - MUJER

El hombre es la más elevada de las criaturas.
La mujer es él más sublime de los ideales.
Dios hizo para el hombre un trono; para la mujer un altar.
El trono exalta; el altar santifica.  El hombre es el cerebro. La mujer el corazón.El cerebro fabrica la Luz; en el corazón se produce el Amor.
La Luz fecunda; el Amor resucita.

El hombre es fuerte por la razón. 
La mujer es invencible por las lágrimas.
La razón convence; las lágrimas conmueven.

El hombre es capaz de todos los heroísmos
La mujer de todos los martirios.
El heroísmo ennoblece; el martirio sublimiza.

El hombre tiene la supremacía. La mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza;
la preferencia representa al derecho. El hombre es un genio. La mujer un ángel.El genio es inmensurable; el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria.
 La aspiración de la mujer es la virtud extrema. 
La gloria hace todo lo grande;  la virtud hace todo lo divino.

El hombre es un código. La mujer un evangelio.
El código corrige; el evangelio perfecciona. 

El hombre piensa. La mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva; 
soñar es tener en la frente una aureola.

El hombre es un océano. La mujer es un lago.
El océano tiene la perla que adorna; 
el lago la poesía que deslumbra. 

El hombre es el águila que vuela.
La mujer es el ruiseñor que canta. 
Volar es dominar el espacio. 
Cantar es conquistar el alma.

El hombre es un templo. 
La mujer es el Sagrario.
Ante el templo nos descubrimos; 
ante el Sagrario nos arrodillamos.

En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra.La mujer donde comienza el cielo.  VÍCTOR HUGO